Sobre el autor


"Hace unas semanas, antes de que se marchara para Islandia, hablando con Luis Ed, Agramar como es mas conocido, salió el tema de que tenía un blog. Nunca lo había leído y después de echarle un ojo, me pareció suficientemente interesante como para querer colaborar. Así que le pregunté si aceptaba colaboraciones y me dijo que mejor no, que nada de artículos, pero que tal vez podría hacer algo así como un “sobre el autor”, algo que al parecer quería hacer desde hace tiempo pero nunca ha podido. 
-“Quiero que alguien que me conozca hable sobre mí, no hablar sobre  mi  mismo como un puñetero ególatra”-me dijo. Y asentí. ¿Por qué no? Después de todo le conozco desde hace muchos años, desde que íbamos juntos a la Escuela de Idiomas de Deusto, hace ya…casi diez años, estoy con la cuenta perdida.
Así que aquí estoy, embarcado en una tarea de la que ahora no sé  ni cómo escaparme ni como seguir en ella. ¿Por dónde debería empezar? ¿Debería hablar nada más que de su relación con el hobby de warhammer o quizás algo más general, como esas contraportadas del los libros en que se cuenta que el autor de un libro de recetas de cocina de monasterio en realidad tiene formación de ingeniero aeroespacial? La lógica diría que optase por la primera, pero creo que optaré por la segunda: más sorpresas, más divertido.
Conocí a Agramar en la Escuela Oficial de Idiomas de Deusto, mientras él estudiaba un ciclo formativo de Agencia de Viajes y yo intentaba aprender inglés sin mucho éxito, en un descanso. Fue él quien se acercó a mí, interesado en el manual de un juego de rol  que estaba leyendo. No recuerdo bien qué era, sé que era algo a lo que yo solía jugar de chaval, y que me sorprendió que alguien casi quince años más joven que yo conociera.  Empezamos a hablar y me di cuenta de que a pesar de que él tenía 23 años, llevaba en el tema desde niño y conocía las cosas casi, casi a la vez que las conocí yo.
Fue de este modo como comenzamos a tener una  relación más o menos amistosa, que se desarrollaba casi en exclusiva en los pasillos de la EOI, y en el Irish Stones donde tomábamos alguna cerveza  después de las clases. 
Aprendí que Agramar  había empezado en el tema del frikeo por tema familiar, algo que me hizo siempre mucha gracia de escuchar. Casi pareciera que fuera algún tipo de legado mágico de su hermano, que al parecer dejó de jugar en su momento. A este respecto también he de añadir que con el tema de los juegos de rol fue cuando empezó a meterse en los asuntos de clubes y asociaciones. Varios son con los que ha colaborado, y a lo largo de estos años ha ido viendo cómo, tristemente, iban todos cayendo uno a uno, por  los más diversos motivos, principalmente por disputas internas.
En esos clubes y asociaciones no solo se jugaba a rol, sino también a cartas como Magic y sobre todo a warhammer. En está actividad, otro detalle  curioso, me contó que había empezado cuando era estudiante de la parroquia, -me  dijo que había sido incluso catequista, lo que siempre me ha hecho gracia y nunca he sabido si tomarme muy en serio- y que fue  haciéndosele más interesante a medida que descubría sus múltiples facetas.
Siempre parecía que el tema del trasfondo le era el más ameno, aunque personalmente creo que el coleccionismo es la parte que más le describe. Al parecer, los problemas para almacenar las miniaturas hacían que las consiguiese, pintase y guardase con mimo, y me  consta que tiene, salvo excepciones, todas las miniaturas que ha ido consiguiendo desde el primer día que comenzó a coleccionarlas.
En el tema de juego, ha cambiado bastante. Del entusiasmo con el que se entregaba a ello cuando le conocí, al progresivo desánimo que iba presentando con los sucesivos fracasos de los clubes y las sucesivas decepciones, tanto a nivel personal como de aficionado.
Sin embargo, aún sigue ahí, dándole al tema. Sigue apreciando y atesorando cada miniatura que consigue y por lo que se  ve, ahora está mucho más activo en Internet, donde a parte  del blog “El descanso del Escriba”, colabora con varios  otros proyectos y páginas amigas, haciendo de forma virtual lo que antes hacía de forma física: disfrutar de un hobby que tiene  miles de posibilidades, sin perder  de vista la  triste realidad  del ambiente en que se desarrolla."

Por Jose Antonio Orue "Txato"
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